Hay ciertos miedos primigenios que nos resultan inexplicables. Uno de ellos fue el combustible de esta película: encontrarte un día con alguien idéntico a ti. Ese temor es tan real, que muchos nos hemos encontrado frente al espejo con la certeza de que un día, el reflejo nos ofrecerá una macabra sonrisa.
Lo que en un principio pareciera una simple historia perteneciente al subgénero del home invasion, o la invasión al hogar, comienza a llevarnos por rumbos sorpresivos e impredecibles. No ahondaremos en más detalles de la trama, ya que no queremos arruinarles la experiencia. Lo único que sí mencionaremos es que resulta gratamente refrescante encontrarnos con un filme tan original que logra romper con los convencionalismos y las fórmulas gastadas del terror. Con tan solo dos filmes en su carrera, Jordan Peele solidifica su estatus como uno de los realizadores de Hollywood más inventivos y arriesgados, y como un nuevo maestro del suspenso. A ello hay que añadirle su sello tan particular para profundizar en temáticas de relevancia política y social, sin perder jamás el sentido del humor. El uso de música, la fotografía y el impresionante score sobresalen y ayudan a transportarnos dentro de la historia.
Us, como su título lo indica, habla sobre la igualdad entre los humanos, sin importar su sexo, raza o condición económica. Detrás de la historia familiar de supervivencia nos encontramos con una lectura que da voz a quienes – por años y a través de múltiples generaciones – han vivido oprimidos por una sociedad que presume valores de libertad y equidad. Con sus ropajes color sangre y tijeras en mano, un grupo de individuos emerge de las entrañas para re-crear la cadena humana de 1986 con el objetivo de ser vistos y ser reconocidos. “Somos americanos”, responde uno de los personajes cuando se le pregunta por su origen. Gente que vive en el completo anonimato, invisibles, como ciudadanos de segunda clase, pero que son quienes mantienen lubricado el motor de las grandes ciudades del país. Un sistema que no funcionaría sin ellos. Su demostración pública expone la hipocresía de las supuestas campañas de ayuda, las cuales solamente ensalzan el espíritu altruista de una nación, pero no combaten y resuelve el problema de raíz.
Quienes vayan preparados para encontrar algo similar a Get Out saldrán decepcionados. Aunque el peculiar estilo de Jordan Peele está presente a lo largo del filme, Us es un trabajo narrativo más denso, que requiere de total atención para poder apreciar y entender el significado de sus imágenes y cada uno de sus símbolos. Es una de esas experiencias cinematográficas que requieren de un segundo o tercer visionado para analizar detalladamente cada una de las piezas que conforman este impresionante rompecabezas. Cada color, cada personaje, cada situación, cada diálogo. Todo tiene un propósito en específico, y a la vez, nada termina sintiéndose fríamente calculado. Un relato impredecible y terrorífico que sorprende al romper con la tradicional fórmula del género, dándonos una historia actual que se presta al análisis, y rematando con una grandiosa actuación doble de Lupita Nyong’o.