¿Qué situaciones hacen de una travesía un Buen Viaje? El nuevo disco de este quinteto intenta responder a esta cuestión, además de explorar la diferencia entre qué hacer cuando el corazón no corresponde al amor y la brecha, muchas veces necesaria, que se abre en el olvido cuando todo termina.
El álbum Memoriam abre al filo de las batacas con Irrepetible, un punk rock que asemeja bastante al sonido que la banda ha venido puliendo en sus últimos lanzamientos. En el tema hay un buen manejo en el bajo que calla para dejar que las guitarras hablen, y sí que nos platican tanto en tres minutos y medio.
La voz taciturna de Javi lleva de un momento eufórico a uno más afable con Plutón veinticuatro, rola que va del amor mezclado con melancolía y alcohol con tintes de punk rock, lento, más allá de la distorsión de la ansiedad «del no saber en dónde estás, en qué cama dormirás». El desamor, como tema recurrente en canciones, se salva de ser repetitivo con una visión más desesperada que realista.
Ellos también, como siguiente canción, retoma la guía de este álbum en el desamor y las náuseas que restan de un amor ya fulminado, tan sólo al empezar nos indica que aquel que amó está condenado a recordar y ser olvidado, y renegado a lugares a dónde no se quiere regresar. Al final, qué sería del corazón humano sin sentir emociones y vivir, latir la pasión.
La rola Expertos tiene toques acústicos con guitarras que acompañan los sistemas eléctricos que generan una armonía bastante disfrutable, aunque a esta altura el tema central del amor va quedando un poco obsoleto. No obstante, eso no evita que el disco se deje de disfrutar.
El reconocimiento al tema que puede centrar la atención del escucha es En un rincón, la quinta canción que tiene una buena estrofa y coro que se repite al mismo ritmo que las guitarras de apoyo emergen. Un tema un poco infravalorado que bien pudo haber abierto el disco por la fuerza que mantiene: ni tan estridente ni tan lenta.
Midtro es una reflexión y monólogo que refuerza la idea de lo que es un Buen Viaje: «las cosas que siempre quise decir, que ahora sólo puedo cantar» el adiós que se marca con forma de resignación, el amor se disfruta, pero al mismo tiempo se va acabando, y es la propia naturaleza de todo lo existente: nada es para siempre.
Las sonrisas que dibujé, Siempre a ti y Lentamente no dejan caer la vitalidad del punk rock bastante melódico, la voz se mantiene entre los altos y bajos y las canciones se acercan entre sí peligrosamente, aunque si mantienen su espacio. Excepto por la intro de Siempre a ti, que tiene un buen detalle al bajeo por parte de Adrián.
29 de abril y Verte llegar hacen que el acercamiento a esta banda por medio de esta producción sea interesante, porque haría preguntar al escucha primerizo por más. Y sí que es un buen gancho, con tantas rolas interesantes no se podría decidir con cuál abrir el álbum.
Memoriam, una canción lenta que recoge toda la historia de desamor cuando no hay más que hacer, únicamente el recuerdo, ¿Qué ha muerto y que ha vivido en el tiempo? Entre el odio y el amor se creó un puente colgante, que al cortar la soga tiende a caer hacia un lado y alejarse del otro.
El cierre llega con Cosmonauta y Tus filmes de terror, dos viajes de despedida que refuerzan la música de este quinteto en un ámbito punketo pero también romántico: los punks también se enamoran. Fuera de etiquetar a la agrupación diciendo que son punk o no lo son, no hay razón para enfrascar con el sonido de un disco novedoso para los ritmos a los que tienen acostumbrados a sus fans.
No te pierdas a Buen Viaje en el marco del CMBA Punk Rock Fest 2024 este viernes 29 de marzo en el Velódromo. ¿Te vemos en el slam?