El inmensoAutódromo Hermanos Rodríguez se convirtió en una enorme pista de baile (y la cantina más grande de Ciudad de México) para recibir la primera edición de un festival de música enfocado en el regional mexicano: el Arre HSBC, donde los sombreros norteños, los pantalones vaqueros, las tejanas y las botas eran el outfit casi obligado para la ocasión.
Las fechas pactadas para esta celebración fueron el sábado 9 y domingo 10 de septiembre, muy cerca de las fechas patrias que tradicionalmente se festejan con un buen tequila y música regional. Sin embargo, tal vez la decisión de tomar todo un fin de semana para su realización fue un poco intrépido por parte de los organizadores, debido a que fue la primera ocasión que se realizaba sin saber si los artistas principales tendrían el peso suficiente. Y adelantando la respuesta, definitivamente tuvieron el doble de peso por dos días para alcanzar el éxito deseado.
Desde muy temprano del primer día de festival, el metro Ciudad Deportiva y sus alrededores se fueron llenando de colores para vivir esta celebración a la música grupera, de banda, norteña y mariachi. Las expectativas de los presentes eran muy altas y no es para menos, ya que tener en un mismo cartel a artistas consolidados como La Arrolladora, Los Cadetes de Linares o Alicia Villareal, y al headliner, el popular cantante de corridos tumbados Natanael Cano, rompió cualquier anuncio de festival por la mezcla de géneros y de público objetivo.
Es decir, el nombre de Natanael atrajo a su base de fans que mayoritariamente se compone de jóvenes menores de 25 años (sin excluir por edades, pero eso fue lo que se presenció durante su acto), por su parte, las agrupaciones clásicas del género que se mencionaron anteriormente captaron a un público que tal vez no están tan enganchados de la música del joven sonorense.
Regresando a la primera jornada del Arre, cerca de 140 mil personas asistieron al festival que se distribuyó en tres escenarios: Tecate Original, Little Caesars,y el principal y más grande adornado con banderines y balcones haciéndole honor a su nombre, La Hacienda. La distribución de escenarios no estuvo tan exagerada ni lejana como en otros festivales, sino que a diferencia, formaban casi un triángulo que no permitía que los sonidos de cada acto se mezclaran.
Además de estos espacios, los organizadores instalaron una pista de baile en honor al Salón California Dancing Club, sacado directamente del corazón de la colonia Portales, donde se escucharon cumbias, salsas y demás ritmos para zapatear.
Para iniciar el día, los asistentes disfrutaron en el escenario Tecate Original el acto del trío de corridos, las chicas de Conexión Divina; después fue el turno de Ivonne Galaz de poner a bailar con canciones como “Normal”, “Ojitos lindos” y “El Mágico “, entre otros temas.
Dentro de este gran abanico de opciones, para muchos era difícil desprenderse del escenario La Hacienda, y es que en él se pudo ver a los artistas de mayor trayectoria, como: la abeja reina Chiquis, el cantante tumbado Gabito Ballesteros, y Marca MP; pero sobre todo el tan esperado pionero de los corridos urbanos Natanael Cano.
El Compa Nata y sus músicos fueron el show más esperado de la noche… y simplemente no decepcionaron. Su espectáculo estuvo en un nivel que superaba cualquiera de las expectativas, con un repertorio y lista de invitados delux.
Por lo general cuando se termina un show, la gente se retira hacia los diversos escenarios y actividades que ofrece el festival, pero esta no fue la constante ahora, puesto que terminando el show rey del primer día, muchos se resistieron a irse a otras zonas, cantando y moviéndose con sus mejores pasos.
Éste día también se pudo presenciar el show de grandes artistas de la escena grupera: el merengue tropical de Zona Rika, la poderosa Banda Pequeños Musical, Óscar Maydon, la talentosa y preciosa Alicia Villareal, y el ascendente Grupo Marca Registrada, quienes dieron un acto increíble poniendo a todos los fans a mover los pies.
Por supuesto, el escenario Little Ceasers tuvo a la agrupación de country grupero Caballo Dorado y sus clásicos de las fiestas como: “Payaso de rodeo”, “No rompas mi corazón”, y “Arriba abajo”, entre muchos más. Tampoco podía faltar el icónico grupo Los Cadetes de Linares, el dúo de música norteña con más de 49 años de trayectoria, con su recorrido por sus grandes éxitos “Los dos amigos”, “No hay novedad”, “Palomino”, “Una página más” entre otros.
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