Txt: José Pérez
Fotografías:OCESA / Pablo Deyta
Después de tres años el dúo británico, Royal Blood, regreso a la ciudad más caótica y grande de Norteamérica (porque si, México está en Norteamérica, alguien muéstrele un mapa a estos ingleses por favor) y desataron una fiesta en plena pista del Pabellón Oeste (que a mi parecer le hace falta algunas pantallas cuando el show resulta en tremendo sold out), y aunque es una bodega al costado del Palacio de los Deportes, los ingleses, nada tibios y con ánimo de hacer bailar a un puñado de mexicanos hicieron que el recinto pareciera más una porde de football en una taberna, empujando sus mejores temas desde el clásico álbum homónimo del 2014 (el cual cumple diez años) y su mas reciente producción “Back to the Water Below”.
Mike Kerr y Benjamin Thatcher (espero no sea pariente de la Dama de Hierro) no dudaron en derrochar rock and roll, de ese rock digno de una película de Guy Ritchie con “Out Of The Black” y “Mountains At Midnight”,contrastando el tono oscuro y potente de su álbum debut con el glamoroso y bailable nuevo disco, los chicos Worthing, Inglaterra,tienen esa fibra correosa de bajos distorsionados y baterías fuertes con “Come On Over” y “Boilermaker”, la primera de estas rolas ha tomado fama por su aparición en la serie de Netflix “Peaky Blinders”, puro rock and roll britanico y no mamadas. Al estar en un foro solo para ellos, al dúo se le ve relajado y cómodo, con un Mike Kerr cerca del público y un Ben Thatcher pidiendo que el mar de gente se divida para crear un muro de la muerte, los coros de las canciones suenan como en un estadio, curioso que el hilo conductor del pueblo mexicano y el britanico sea el balompié, pues existe la misma pasión por el deporte y el rock and roll de este y el otro lado del atlántico. “Son definitivamente la audiencia más descontrolada que hemos visto, gracias por venir” dice un Mike Kerr empapado en sudor.
Los temas siguen fluyendo con “Lights Out”, #Shriner in the Dark” y “Supermodel Avalanches” baile y empujones se puede sentir aquí, yo llegue perfumado al foro y salí mas sudado que en un sauna, “Trouble’s Coming”, “Typhoons” y “Pull Me Through” aceleran y calman las aguas, Mike Kerr presenta a su pianista en turno de esta gira para que el joven brille mientras el público corea el tema, la inédita “One Trick Pony” se asoma en el setlist mientras las cervezas y los azulitos circulan (jamas habia visto un trago tan gentrificado como el azulito), de nuevo intercalan entre clásicos y nuevos temas con “How Did You Get So Dark?”, “Tell Me When It’s Too Late” y “Loose Change” para mi ya se hace tarde y no tengo cambio suelto para el metro de regreso a casa.
Por último y como petición del público hay un encore, los ingleses ya están cansados pero con ganas de más así que se revientan “Limbo” por primera vez en vivo y el clásico que no podía faltar “Figure It Out”, a mi gusto falto algo emotivo como “There Goes My Cool” pero ésta no es una noche de mis depresiones entre semana, es una fiesta inglesa en un bodegón mexicano, que el único tinte mexicano fue Los Blenders… pero son la muestra perfecta que NO ES DE A HUEVO METER TELONEROS NACIONALES o “abridor” como dicen ahora y que en méxico las bandas locales “famosas” son solo el proyecto preparatoriano de un puñado de amigos ya casi en sus treinta que se hicieron amigos del promotor más sonado o llevan diez años de emergentes con menos de un EP y con menos gracia que un elefante.
Royal Blood de maravilla, sin ser opacados por los californianos Blink 182, quienes por lo que se escuchaba afuera también la estaban reventando en el Palacio de los Deportes.
De camino al metro, un Ringtail salió corriendo de entre los puestos hacia la puerta 6 del palacio… seguro para ver a Royal Blood o para comerse algo de entre la basura, un comerciante de mercancía pirata dijo “es una rata”,hasta que noto la cola anillada.