Fotografias; Kike Lindemann
Txt: Luis Ángel Grace
El Festival Iberoamericano Vive Latino 2024 mantuvo la llama encendida del rock, pop, regional mexicano y otros géneros los pasados 16 y 17 de marzo en su vigésima cuarta edición, y sí que hay bastantes cosas buenas y algunas malas que decir al respecto.
Lo bueno del VL24.
La fiesta inició el sábado 16 con la enorme producción y el extenso catálogo de bandas que respaldaron otra edición más del encuentro musical que ya se considera una tradición en la Ciudad de México.
Justamente entre las cosas muy buenas del festival, está su organización milimétricamente medida para que todo fluya con precisión, ya que tanto los horarios como los escenarios estaban bien acoplados, no hubo ningún retraso mayor en las presentaciones.
Otro acierto que a algunas personas no les puede parecer es el cambio de venue. El festival se mudó de casa debido a los trabajos de mantenimiento que está teniendo el Foro Sol, pasando de este lugar al vecino Autódromo Hermanos Rodríguez, y queda a considerar que este año se sintió diferente, pero con mayor espacio para ver los actos estelares.
Las bandas, los rostros y la esencia del VL24.
Además del público asistente, otra de las partes que juega un papel principal es el elenco conformado por los artistas y bandas que se roban el protagonismo del festival.
Desde temprano el ska 2tone del Out of Control Army y el happy punk del Chingadazo de Kung Fu pusieron a cantar a los escenarios Amazon Music y Amazon respectivamente.
El Chingadazo comenzó su celebración de diez años con un set que reventó el lugar no importando el calor de la primavera que se avecina. Para salir a festejar su primera década, los acompañaron Mike García de Barney Gombo y el rapero Lng Sht.
Los países latinos tuvieron una gran presencia en esta primera jornada con el reggae de Los Cafres y la fusión cósmica de Fito Páez (Argentina), el ska rock de La Vela Puerca, el indie de No Te Va Gustar y (es imposible catalogar en una sola clasificación la música de este cantautor) Jorge Drexler (Uruguay) y el ska de Kchiporros (Paraguay). Desde temprano cada opción musical llenó por completo el ambiente festivo de cantos y aplausos, en todos los escenarios en donde la música latina se presentó.
Por otro lado, los invitados no faltaron en una de las últimas presentaciones de Lng Sht antes de iniciar un paro indefinido al proyecto, pues Blnko, Marino Chingadazo y de nuevo Mikee Gombo salieron a cantar con la banda que acompañó al rapero de Cancún.
El Vive Latino también tuvo actos de rock y punk de bandas estadounidenses, como Black Veil Brides en la Carpa Little Caesars, las leyendas del punk Bad Religion en el escenario Telcel y la presencia del titán del punk Billy Idol en el escenario Amazon Music.
El esperado regreso de Belanova ante los fans chilangos terminó en una breve presentación de Denisse Guerrero y compañía. Ataviada con lo que parecía ser un vestido de novia, la cantante lució su presencia por todo el lugar, poniendo a cantar a sus fans.
En otros escenarios la música de ska y rock siguió sonando, en compañía de Panteón Rococó y Greta Van Fleet.
La noche terminó con las presentaciones del rapero guanajuatense Santa Fe Klan y la banda La Adictiva, que puso el sabor a la madrugada del día domingo, dejando al Autódromo preparado para la segunda jornada del festival.
Las cosas no tan buenas del VL24.
Por no decir cosas malas, los precios de las bebidas y de la comida, además del estado de los sanitarios, han sido los tópicos más criticados en los últimos años. Si bien un festival es un negocio para los organizadores, estos dejan los precios de la cerveza y de la comida cada vez más altos. Aunque no son precios impagables, si es un punto importante que podría impactar en la experiencia del asistente.