Txt y fotografías: Kike lindenmann
El Pepsi Center entró en una catarsis y se transformó en melancolía durante uno de los primeros conciertos del 2024 cuando Nacho Vegas, el hijo pródigo de España, se presentó con gran éxito para mostrar la versatilidad de sus líricas que componen su más reciente LP.
Vegas llegó al icónico recinto de la colonia Nápoles para dar una presentación con el pretexto de escuchar por primera vez en suelo mexicano su noveno material discográfico, titulado Mundos Inmóviles Derrumbándose.
Tal y como sucedió en su primera vez llegando al país, el músico español fue recibido por más de 3 mil almas, o quizás un poco más, que durante una hora y media no perdieron pista de los temas que compusieron el set de la noche.
Rondando las 20:30 horas de una gélida noche, las luces del lugar se apagaron para dejar un tenue resplandor en el escenario que poco a poco se poblaba por la personalidad de Nacho Vegas y sus músicos, quienes con su presencia provocaron la emoción de los asistentes.
La música empezó a sonar cuando “Belart” abrió el menú fuerte de la velada. Desde ese momento el público dejó en claro que no importaba si era una nueva canción o una ya conocida, ellos la cantarían por igual, y eso se demostró cuando a todo volumen sonó “Va empezar a llover”, «Ser Árbol” el tema extraído de su disco Violética, lanzado en el 2018. Una nueva más, “Ciudad Vampira”, mantuvo a los presentes con la garganta ocupada, permitiendo que el silencio se dispara por el sitio.
“El don de la ternura”, “Esta noche nunca acaba” y “Lo que comen las brujas”, también formaron parte del set interpretado en el recinto ubicado por el metrobus Poliforum.
«Y si pretendes vivir
En paz contigo en el cielo
Antes tendrás que pasar
Una temporada en el infierno, amor mío»
«Bravo», otro tema más de su colaboración con Enrique Bunbury «El tiempo de las cerezas», detonó el talento que poseen los músicos que en ese instante estaban en escena.
Un momento de conciencia para un mundo mejor.
Después de interpretar “El Mundo en torno a ti”, composición desprendida del álbum reciente, el español hizo una pequeña pausa para crear conciencia de lo que vive hoy el país de Palestina en relación con Israel. Si bien es sabido que Nacho Vegas tiene este lado subversivo político, esta ocasión no quiso quedarse callado con este tema de actualidad.
Nacho mostró la bandera de este país asiático e hizo que saliera a escenario una de sus colaboradoras para dirigir unas palabras y darle fuerza a dicho país, exigiendo el término de esta guerra.
Para seguir continuando con esta noche melancólica, la banda que acompañó al compositor continuó con “Como Hacer Crac” y de enseñarnos “Dry martini”, “La Gran Broma Final”, que a su vez marcó el fin del concierto.
A pesar de que en ese momento había satisfacción en el ambiente, Nacho subió una última vez para dejar totalmente complacido a su público, y que mejor que con “El Ángel Simón” y “La pena o la nada”, en donde ésta última arrancó el gran grito final del respetable auditorio. No cabe duda que probablemente, y después de lo que sucedió este día, el cantautor español vuelva a pisar el imponente escenario del Pepsi Center o algún otro foro de mayor capacidad en la Ciudad de México.