Fotografías: Kike lindemann
Txt:Luis Ángel Grace
El Cuarteto de Nos entregó su corazón a sus fans mexicanos en una noche de domingo llena de nostalgia y nuevas rolas, dónde su entrega fue correspondida con uno de los mejores shows de su carrera.
En palabras de Roberto Musso, cantante y guitarrista de la banda: ¡Muchas gracias por haber venido, este es un verdadero hito en la historia de la banda, y ustedes son parte de esto!».
La música, el ambiente, los coros y lo vivido el pasado 12 de noviembre en el Auditorio Nacional, pero sobre todo el público que desde el minuto uno con «El hijo de Hernández» cantó y se puso de pie.
«Ya no sé que hacer conmigo» y «Lo malo de ser bueno» fueron las canciones que se corearon sin ningún problema, con los mensajes contradictorios y casi reflejando un trabalenguas.
De hecho las letras irónicas y confundidas se encuentran para darnos de las mejores canciones que van más allá de la música.
Como ya nos había comentado la banda, La grabación en directo de la canción «Chivo expiatorio» se realizó, dejando buenas tomas con el público que no se detuvo en su frenesí.
A continuación se escucharon las rolas de «Mario Neta», «Maldito show» y «Cinturón gris», estas dos últimas desprendidas de su última producción llamada Lámina Once, disco que también sirvió de promoción para la gira actual de la agrupación.
Uno de los momentos que más agitación causó fue la batalla de Musso con una máquina en «Contrapunto para humano y computadora», dónde con análisis casi llegando a lo filosófico el protagonista se enfrenta a una inteligencia artificial que tiene el descaro de llamar a la persona inhumano.
«Hombre con alas» fue el punto de quiebre con cualquier rastro de aburrimiento, pues las luces de cada celular se encendieron para iluminar de forma bastante nítida al Coloso de Reforma de manera que los músicos podían ver hasta la parte más alta del lugar. «¡Hola a los de allá arriba!» comentaron mientras la canción seguía sonando.
«Invierno del 92» dejó aún más enardecida la pasión por la banda, pues el coro dejó un ruido fuerte en los fanáticos más ruidosos que el foro ha visto, tal vez en meses.
Ni el encore pudo disminuir los decibeles de los gritos causados por la agrupación, tras breves minutos de silencio del Cuarteto pero intensos en los aplausos de la fanaticada, Musso y compañía salieron para despedirse con «Buen día Benito» y «Yendo a la casa de Damián«.
Agradecemos enormemente que a estos uruguayos no les haya costado tanto llegar al Auditorio.