Txt: Luis Ángel Grace
Fotografías:OCESA / Laura Villegas
La noche del pasado 9 de noviembre el cantante nacido en Bogotá, Esteban Mateus, decidió colocarse su antifaz de Esteman y ampliar sus límites escénicos para llevar a su Auditorio Nacional por un carnaval de emociones caóticas.
Es importante aclarar que lo caótico no siempre es malo. Esteman tomó la oportunidad de desordenar la figura establecida de show, con cada canción y paso de baile, para imponer su caos al romper el molde de la música con sus huellas suaves pero firmes que dejaban sentir la vibración de la fiesta y la melancolía.
Dando las 20:40 horas, el artista abrió el escenario con «Baila» y «Noche sensorial», de una manera muy energética con movimientos que no le resultaban en cansancio, ¡Y cómo se sacudió acompañado de sus bailarines!.
El cantante lució su ropa dorada en cada oportunidad dejando su marca de extravagancia y poder. Al interpretar «Hasta que tú me quieras» las luces que le señalaron lo hicieron brillar de una forma literal por los espejuelos que adornaron su chaqueta obscura.
Esteman paró un momento (de los poco espacios que estuvo sin moverse), para dedicar unas palabras a sus fans: «Este es un sueño hecho realidad, todavía no sé si es real, ¡No me lo creo! Gracias por ayudarme a cumplir mis sueños», para después cantar «Para siempre».
El hombre escénico invitó a su primera acompañante, la colombiana Juliana para cantar «Adelante».
El show siguió con «Amor libre» una canción que engrandece las relaciones sin importar la identidad de los amantes. En este momento, muchos de los presentes sacaron globos de colores, para cantar «libres para amar, libres para amar», y Esteman conmovido, sacó una bandera del orgullo que portó por todo el palco.
El anfitrión tuvo su segundo invitado con Caloncho para cantar «Mar», una composición muy bien recibida por el público. Esteman siguió dando vueltas y girando por el escenario durante «Caótica belleza» y «Extraños», con ritmos de disco y soul.
Tras un cambio de prendas a un color rojizo, Esteman nos encantó con el estreno de la canción «Pornostalgia», una rolita que apenas lleva unas semanas de estreno.
«Celebro a la Ciudad de México que tiene muchas formas de vida, de ser, de diversidad, y yo estoy enamorado de un mexicano», dijo el cantante al recordar a su esposo Jorge, quién estaba entre las gradas. «¿Dónde está mi amorcito?», repitió para hacer que su eterno novio subiera al escenario y pudiera darle un beso.
El show iba sucediendo con naturalidad, alimentado por el deseo de ir escuchando esas canciones que el público tanto pide. El showman dedicó «Si volviera a nacer» a su mamá que se encontraba presente en el foro.
Silvestre y la Naranja fueron los siguientes en la lista de magnos invitados para cantar y tocar «Vencimiento», y con Jay de la Cueva (con dificultades para caminar) deleitó con «Despertar».
Los movimientos sutiles llenos de energía no se detuvieron en este momento, pues finalizando un breve encore, el colombiano radicado en México voló por el escenario con un traje plateado y alas negras para invitar a los puertorriqueños de Epilogo y a los argentinos Bandalos Chinos para cantar «Mística».
Ya casi en la recta final, el showman más expresivo invitó a Daniela Spalla para dejarnos en shock con «Besos y pendientes» y «Te alejas más de mí».
Esteman se despidió de su Auditorio llenísimo en sold out con «Reina leona» y «Fuimos amor».