Fotografías:Kike lindenmann
Txt: Luis Ángel Grace
Reyno es el nombre del proyecto musical que encabeza Christian Jean desde hace una década, y que gracias a su identidad mística con toques de rock psicodélico se ha abierto espacio en los principales foros del país, siendo su primer Auditorio Nacional la última meta que conquistó el pasado viernes 3 de noviembre.
En punto de las 20:45 horas una silueta salió al escenario para decir «Es un honor estar aquí, es un sueño hecho realidad y ustedes son parte de esto», era la voz de Jean que saludó a su Auditorio lleno de fans.
«Parte del sol», «Fugitivo» y «Dualidad» fueron lo primero del repertorio que retumbó por las paredes del foro, todavía con unos pocos asientos vacíos, y que no dejó duda que el encuentro entre banda y público siempre da como resultado una magia única.
«Fluye» nos vamos recordó no darle una importancia de más a situaciones y problemas pasajeros, pues todas las cosas están en movimiento y como tal, nada se queda para siempre, simplemente hay que fluir.
¿Qué se necesita para que un proyecto musical sea interesante para su público? Puede ser que la música sea un reflejo dónde nos podemos identificar, o por la composición de las letras, y con «Levedad» llegó uno de los mejores momentos de la noche:
Que difícil se ha vuelto
Tanto tiempo sin ser
Esa luz que ilumina el día
Y cada anochecer
La letra de su canción pudo captar distintos sentimientos de corazones rotos, felices o indecisos, pero latentes llenos de vida.
La primera invitada de la noche llegó con la cantante Rubio en la canción «Nébula», aunque no mucho público logró conectar con su interpretación, ella dio lo mejor.
Manuel Mendoza de Camilo Séptimo salió para cantar a dueto con Jean la rolita que tanto duele pero como gusta llamada «Repetición». La siguiente invitada especial fue Florencia Quinteros, esposa de Christian Jean y vocalista de la banda Celest para interpretar juntos Viaje por lo eterno.
En un momento que pausó al Auditorio Nacional, Jean nos recordó la importancia del amor en la música y el cariño a compartir con gente tan querida tan especial.
«Control», «Revivir» y «No Necesito Más» (esta última con Adán Jodorowsky en el bajo) terminó de edificar una noche intensa para la banda y para los espectadores. Al final, ellos también son parte del espectáculo.
«Está canción está dedicada con un beso al cielo para mí padre» dijo el vocalista antes de iniciar los primeros acordes de «Fuerza ancestral»
El concierto duró aproximadamente dos horas, con un encore a la mitad separando nueve canciones que la banda faltó por tocar al principio de la velada.