Producciones de primer nivel, escenografías de impacto y presentaciones que volaron la cabeza fueron parte de la séptima edición del Heineken Silver Live Out en los adentros del Parque Fundidora ante miles de asistentes.
Tres escenarios fueron testigo de un sin fin de experiencias enfundadas en ritmo, magia y furor por parte de los más de 20 exponentes musicales que entregaron cuerpo y alma en cada presentación. Y eso no es todo, pues en cada esquina del festival podían vivirse grandes momentos gracias a las activaciones y amenidades que acompañaban a éste, y ni qué decir de los photo opportunities que gozaron de gran popularidad por parte de quienes querían conseguir su mejor foto del recuerdo.
El momento cúspide del festival fue algo espectacular: la noche fue iluminada con dos cierres espectaculares en cada uno de los escenarios principales.
Lo que se vivió en el Heineken Silver Stage fue algo que voló la cabeza de los asistentes. Desde meses antes se les avisó que lo que estaba por venir con Odesza era algo sumamente cautivante, y así fue. Exactamente a la media noche el dúo estadounidense tomó el poder del escenario y a través de visuales espléndidos y una atmósfera cargada de sentimientos lograron seducir cada una de las almas presentes frente al escenario. Un show de percusiones fuera de serie, así como algunas voces invitadas, hicieron de su show una experiencia extraordinaria. Harrison Mills y Clayton Knight llevaron el nombre de Odesza hasta lo más alto a través de luces y visuales impresionantes que terminaron por dejar fascinados a los miles de presentes. Un cierre épico.
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