Fotografías: Kike lindemann
Txt:Luis Ángel Grace
Durante la noche del 6 de octubre la marquesina del Foro Puebla anunció la presentación de una banda estelar con identidad norteña y matices de rock agropecuario: Nunca Jamás.
Raiotz fue la banda encargada de ir recibiendo a los fans en el foro ubicado muy cerca de la Glorieta de los Insurgentes. Fue una sorpresa descubrir su música para todos aquellos que nunca los habían escuchado, pues dejaron caer un estilo Rockagropecuario bastante disfrutable.
Cuando terminó el acto de los invitados, Pedro, Omar y César hicieron suyo el escenario para presentar Agrópatas Anónimos Tour, un circuito musical que ha estado girando por ciudades tan diversas como Nogales, Mexicali y hasta Texcoco.
«Bienvenidos sean todos ustedes a esta sección de agrópatas anónimos, este es un grupo de autoayuda plebes…» Con estas palabras nos recibió Pedro, quién no dejó en ningún instante de animar a todos los presentes para que cantaran las canciones a todo pulmón.
Esta noche venimos a gozarla bien machín plebes.
Sin Mañana y Sin Ayer, Quiero Verte y La Bestia Está Suelta fueron interpretadas por Nunca Jamás con una fuerza interesante, ya que no todas las bandas se animan a juntar ritmos considerados disonantes por los más puristas del rock. ¿Pero a quién le importa? La música es universal y el proyecto tan diverso de estos norteños lo demuestra.
Entre sombreros, un marcado acento sonorense, y la alegría que caracteriza a los norteños, la banda tuvo bastantes interacciones con su publico, hasta se pusieron a bromear en un par de ocasiones: «¿Cómo andan?, carajo. Le regalaron un mezcal a la banda para que se animen, vámonos recio».
El trío, únicamente integrado por guitarra, bajo y batería, también sacaba pequeño fragmentos de covers de música regional y grupera como Y Todo Para Qué de intocable, Acabame de Matar de la banda El Recodo o La Culebra de Banda Machos.
Antes de interpretar Rey Ni Dios, la agrupación dedicó la canción a esas personas auténticas que son ellos mismos y que no les da miedo demostrar su verdadera cara.
¡Qué bonito cantan Ciudad de México, qué bonito cantan!
Olvidarte fue otra interpretación que muchos espectadores sintieron de manera personal por su letra conmovedora, las siguientes rolitas en aparecer en el setlist fueron Es Un Trabajo Sucio y Demasiado Mexicano, dónde al término de esta, César se aventó un solo de batería que duró un par de minutos.
Cabe mencionar que el audio del recinto estaba bien nivelado, aunque por momentos las voces de Pedro y Omar al cantar al unísono se perdían entre el estruendo de la guitarra.
Para cerrar la noche, La Que Se Fue y De Una Vez sonaron al pasar el ya clásico y breve Encore, acabando de esta forma con las dos horas que duró el espectáculo.
