Txt;Luis Barragán
Fotografía:OCESA / Liliana Estrada
La cita fue en el Auditorio Nacional a eso de las 8 de la noche, con los ya conocidos protocolos por la pandemia que ya se volvió parte de lo cotidiano.
Desde nuestro lugar podíamos ver cómo poco a poco el recinto de fue llenando con los fans que esperaban ansiosos por poder ver a sus ídolos, eso sí respetando las normas de seguridad y un correcto uso del cubrebocas, ese accesorio sin el cual el pasado miércoles no habría podido disfrutar de lo que se venía.
Los primeros en subirse a este escenario fueron los chicos de la banda Levenson, quienes tuvieron el gusto y labor de calentar los motores de sus fans y los fans de Moderatto que seguian entrando por los distintos accesos del Auditorio.
Las luces se apagaron…
Suena de fondo la marcha nupcial…
Cae el telón mostrando a Jay de la cueva, conocido como Bryan Amadeus en un vestido de novia, los fans hacen reventar el Auditorio en emoción, una que hacía 2 años no habían podido expresar y compartir.
Fue así que empezó el show con la canción «Muriendo lento», y no no estuvo nuestra Belinda ganando como siempre, la noche siguió con temas como no podrás, «Zodiaco*, «Mil demonios», «Amor prohibido» entre otros grandes éxitos, las grandes sorpresas de la noche fueron las participaciones estelares de Camila Fernández, Nicole Favre, Renee y Aczino (la participación de Danna Paola fue cancelada debido al sensible fallecimiento de su abuela, nos unimos a los Miles que hoy mandamos a Danna nuestro sentido pésame para ella y su familia, esperando encuentren la fuerza que necesiten en este momento) las cuales fueron coreadas por los fans.
¿Cuál sería el momento de la noche? A título personal creo que ese se dio durante «Ya lo venía venir» dónde fueron convocados esos fans que aparte de ello tocan la guitarra y se aventuraron a tocar en el escenario ante 8000 almas, ¿Qué ganaron? Aparte de tener el gusto de tocar junto a su ídolo, tener a todo el público vuelto loco, se dio un pequeño concurso en el cual «Vero My Love», una de las fans que subió a tocar, no solo ganó si no que se fue a casa con la guitarra de Amadeus y el haber cerrado la canción ante la mirada atenta de todos.
Entre pirotecnia, juegos de luces, emociones y música así se vivió la noche de ayer en el Auditorio Nacional, demostrando que mientras tengamos rock, tenemos fuerza, unidad y que siempre prevalecerá más que la violencia.