Los Caballeros (The Gentlemen), la más reciente película de Guy Ritchie, nos lleva de vuelta a los filmes de mafia y crimen organizado con cuidada estética que le dieron fama al cineasta a finales de la década de los noventa.
El filme se centra en el expatriado estadounidense Mickey Pearson, quien construyó un imperio de marihuana en Londres. Cuando decide retirarse del negocio para vivir con su esposa, desencadenará planes, sobornos y chantajes de otros mafiosos que quieren quedarse con su riqueza.
A diferencia de sus anteriores filmes, Lock, Stock and Two Smoking Barrels, Snatch: Cerdos y Diamantes y RocknRolla, por los que el cineasta británico se llevó ovaciones por lograr una mezcla perfecta entre acción y comedia, Los Caballeros no logra cohesión y hace imposible catalogar la película en el género de acción, comedia o misterio.
En la trama de Los Caballeros no hay suficientes vueltas de tuerca para considerarla un thriller de crimen; no hay suficientes escenas de acción sorprendentes para llamarla una película de acción y la comedia negra, que sí es característica de Ritchie, se limita a incluir bromas racistas y homofóbicas, además de líneas de diálogo en las que 5 de cada 10 palabras son groserías.
Sin embargo, Los Caballeros es una película bastante agradable y fácil de ver, en parte porque Ritchie pulió el guión para eliminar la mayor cantidad de escenas innecesarias, pero en realidad es por el elenco lleno de estrellas del cine, donde sobresale el trabajo del veterano Hugh Grant.
No obstante, en general los personajes carecen de una motivación real para sus acciones, lo que aunado a actuaciones muy por debajo del nivel de los protagonistas, deriva en una trama predecible que se escuda en elementos del cine de Ritchie (homofobia, machismo y racismo) que esta generación se encargó de desnormalizar.
Como es ya tradición en los filmes del director británico, los apartados de vestuario y diseño de producción son estilizados. En Los Caballeros, de hecho, más de una escena te hará pensar que estás leyendo un catálogo de ropa de alta costura para caballero. No es queja, pues este es uno de los puntos a rescatar de la película.
Después de fallidas producciones multimillonarias como El Rey Arturo: La Leyenda de la Espada (2017) y Aladdín (2019), con las que quería apartarse de las historias de crimen organizado, Ritchie retoma un camino del que no debió apartarse, pero que después de una amplísima trayectoria, debió haber perfeccionado para no caer en un anhelo por sus glorias pasadas.
Si Los Caballeros es el regreso de Guy Ritchie al género que lo vi ascender, para retomar el camino del éxito deberá aprender sobre el cine de mafia que actualmente es ovacionado por la crítica y el público: el que está desapareciendo.