Bridgetes una chef que vive en California, junto a su esposo y su hija Emma. Su matrimonio es agridulce y la relación con su hija adolescente, muy tensa. Bridget, junto a Emma, se ve obligada a regresar a la ciudad de Chicago, luego de que su madre Ruth, se pierda durante una nevada en plena madrugada. Ahí la reciben su hermano Nicky y su padre Bert. Ahora, con toda la familia reunida, llega el momento de afrontar la realidad sobre el avanzado Alzheimer que padece Ruth y tomar la decisión que beneficie a todos.
Lo que fuimos es el debut como escritora y directora de Elizabeth Chomko, y la verdad es que lo hace con una honestidad y credibilidad de gran escala.
Los personajes que se nos presentan en la historia se encuentran perfectamente delineados por los eventos que han marcado su vida. Aunque no vemos dicho pasado, la relación y la dinámica que mantienen hacen palpable todo lo que mencionan.
La cinta muestra escenas cotidianas como el momento de la comida, tomar un baño o irse a dormir. Lo notable viene al incluir al personaje de Blythe Danner, quien entrega una interpretación sumamente emotiva que genera en los espectadores ternura y preocupación, pero nunca lleva a sentir lástima o pena por la situación. El retrato de lo que es vivir con una persona que padece esa enfermedad en la que tus recuerdos, tu identidad e incluso las facultades más naturales se van perdiendo, se logra de manera perfecta, sin llegar al manipuleo de las emociones o aprovechar recursos como la música o situaciones trágicas para lograr impactar. Nada de eso, todo se sustenta en la veracidad de cada momento que ocurre en la cinta, sin exageraciones ni adornos.
Es justo reconocer el esfuerzo puesto en el guion. Como muchas veces se ha dicho, es en la mayoría de los casos la columna vertebral de una cinta. Si este se encuentra bien desarrollado y estructurado, su traslado al idioma audiovisual puede lograr un buen resultado. Y aquí hay una gran muestra de ello.
El elenco brilla con luz propia. Swank es una mujer fuerte pero abnegada por lo que la vida y la educación de familia le ha enseñado, y ahora se encuentra en la búsqueda de su felicidad. Taissa entrega un personaje un tanto estereotipado como la adolescente revoltosa que en el fondo solo está deprimida y no encuentra su lugar en el mundo, pero logra imprimirle su propio carisma y aprovechar la situación para que nos identifiquemos con ella. Como ya se dijo, Dunner como la madre que está perdiendo la memoria es muy real y todo se complementa con la interacción que mantiene con Robert Foster, su esposo en la cinta. Ellos logran momentos tan emotivos que demuestran lo mucho que el amor por la pareja nos ayuda a lidiar con problemas y situaciones tan complicadas y demandantes. De verdad llegas a sentir el amor que se profesan y entiendes por qué este hombre no quiere separarse de su mujer.
Pero quien se lleva las palmas es Michael Shannon, quien logra imprimirle una personalidad única a Nicky y logra convertirlo en el personaje más complejo y tridimensional de la cinta.
La fotografía de Roberto Schaefer y la música de Danny Mulhern complementan el gran trabajo de los elementos anteriores, logrando una cinta redonda.
Lo que fuimos es un noble retrato de la familia, que deja claro que el amor, el entendimiento y el apoyo estará ahí siempre, a pesar de los problemas y obstáculos que puedan surgir. Pero para ello tenemos que aprender a escucharnos, y a expresarnos también.