Tecate Comuna 2023: el festival con el cartel más latino regresa en su quinta edición.

Tecate Comuna 2023: el festival con el cartel más latino regresa en su quinta edición.

Txtx: luis Ángel Grace

Fotografías: Apodaca group/Tecate comuna

El pasado sábado 11 de noviembre el Foro Cholula de esta ciudad poblana recibió con una producción de alto nivel al festival con el cartel más latino en México de los últimos años: la quinta edición del Tecate Comuna. Entre varias horas de música, muchos actos imperdibles y sonidos de todos los lados del continente, el festival ofreció muchas actividades para hacer, escuchar y disfrutar, y por supuesto, hubo un majestuoso recibimiento por parte de los asistentes.

¿Qué tal estuvieron los actos musicales?

La verdad es que el Comuna de forma general sí cumplió con la producción a la que nos tiene acostumbrados de otras ediciones. Escenarios grandes y una buena carga de luces ideal para iluminar el cielo. Para comenzar el día, Turf inauguró las actividades en el escenario Tecate con sus melodías rítmicas y llenas de emoción, aunque por ser de las primeras agrupaciones en tocar, no tuvo muchos espectadores disfrutando del acto.

Michelle Maciel sorprendió a su público con su mezcla de hip hop con rock y hasta regional, sus rolas «CCC» y «Horny» puso a cantar a sus fans durante los 35 minutos que duró su show.

La banda de rock española Taburete hizo su magia también sobre el escenario Tecate, en el momento que la gente se comenzaba a aglomerar desde todos los puntos del lugar.

Es interesante ver cómo los artistas españoles actuales se van abriendo carrera en México de forma muy meteórica, casos como el de C. Tangana y la Rosalía son prueba de ello.

Por su parte, la nominada al Latín Grammy, Bruses, salió en punto de las 14:45 en el palco Comuna para poner la música a sus fans, quienes no les importó el solazo de la tarde. En este punto se pudo notar que habría demasiada gente por el resto de la jornada musical, ¡A esa hora y ya comenzaba a costar trabajo agarrar un lugar cerca de los artistas!

La banda ya considerada de culto Él Mató a un Policía Motorizado puso su indie rock al servicio de todos sus escuchas con un set que incluyó «El tesoro» y «La noche eterna», aunque con sinceridad, no entabló mucha conexión con su público que solo cantó en la última parte de su cortísimo set.

Y ese es un punto que debe decirse, los espectadores no estuvieron al cien con todas las bandas, con algunas sí cantaron, se movieron, hicieron suyo el festival, pero con otras agrupaciones la conexión se perdía un poco.

El show de Esteman y de The Warning se engloban en la primera parte del público prendido, con su funk-disco-rock del colombiano y el metal del Power trio mexicano. ¿Qué causará la conexión con una banda? Lo principal podría ser el propio gusto del público y el fanatismo que se podría llegar a tener.

A las 16:50 en punto sobre el escenario Comuna, el Cuarteto de Nos dejó sus letras irónicas y letras pintorescas cuando Musso y compañía subieron al escenario: «¡Muchas gracias por estar acá, estamos muy emocionados de verlos aquí en Puebla», interpretaron rolas como «Cinturón gris», «Lo malo de ser bueno» y «Yendo a la casa de Damián».

 

La chilena radicada en México Francisca Valenzuela, los indispensable del rock mexicano DLD y la maravilla de música de la tijuanense Julieta Venegas también engalanaron la tarde que ya iba cayendo en el Festival Comuna. Y esta tríada de artistas tuvieron algo en común: la dificultad de llegar cerca del escenario para verlos.

Babasónicos fue de los actos más aplaudidos y gritados por el público poblano y uno que otro chilango colado.  «Deléctrico», «Vampi» y «Yegua» sonaron en la voz de Adrián Dargelos.  Los Bunkers abarrotaron de forma increíble el escenario Comuna, con un set bastante corto de 59 minutos, ¡Nunca es suficiente de ellos!

El talento mexicano estuvo presente con los enmascarados que todo mundo extrañaba,  Austin TV, el controversial regio ex miembro de Pxndx José Madero, y los headliners Caifanes y Café Tacvba.

La fiesta se extendió más allá de la media noche hasta el domingo, con el rap de Santa Fe Klan y su crew, «Eternamente» y la rola con la que se recordó al difunto Lefty SM «Por mi México» sonaron para gusto de los fans del guanajuatense.

La poca gente que se quedó con Wolfmother pudo disfrutar de un show lleno de guitarrazos construidos a la vieja escuela, ¡Qué espectáculo de rock que nos regresó a los ochenta!

Para ir cerrando la velada del festival pudimos escuchar los shows de happy punk de Allison, el ska de Inspector y el punk traído desde el barrio de Valentín Alsina de 2 Minutos.

Cómo ya se ha comentado en distintas reseñas, un festival no sólo depende de la música, aunque a veces se piense lo contrario. Una buena experiencia que haga que los asistentes regresen anualmente implica tener seguridad dentro y fuera del evento, actividades extra de las cuáles participar, comidas y bebidas a un precio accesible, el audio, entre otras. Y, ¿el Comuna cumplió con estos puntos?

La seguridad. De acuerdo, no podemos asegurar que no existieran los (lamentables) ya clásicos robos a la forma «carterista» de algunos «fans» que no acuden a disfrutar de la música. Pero lo que sí se vio fue la fuerte presencia de mucha seguridad, tanto privada cómo pública, dentro y fuera del festival. ¿Realmente ayuda a evitar los hurtos? No es lo mismo cantidad que calidad…

Actividades de los patrocinadores. Si el público tenía algún momento de descanso donde no quisiera ver algún acto musical en específico, sí podía acudir a una basta variedad de actividades organizadas por los patrocinadores. ¡Bien por eso! La diferencia resulta en lo que se ofrece de una forma divertida participando en las dinámicas y no tanto en regalar cosas por hacerlo.

Precios de las comidas y bebidas. Los precios elevados pero no impagables de siempre, chelas dobles Tecate, obviamente, en $150, botellas de agua de 355 ml en $50, electrolitos en $60. La oferta de comida en los famosos food trucks sí era variada, desde $150 a $350 por persona. Hamburguesas, papas, ¿Qué va a llevar?

 

Audio. Aquí si va una crítica al audio del escenario Comuna: ¿Qué onda con sus bocinas tronadas en el acto de Caifanes? Se escuchaba pésimo, muy alto y poco claro. Terrible. En los otros dos escenarios dependió mucho del ingeniero de sonido que cada banda llevaba, pero en general estuvo alto, pero bien.

¿Valía la pena pagar por el acceso VIP o Comfort Pass?

La zona VIP sí valió el gasto por las zonas cercanas al escenario Mágico y Tecate, por la serie de food trucks exclusivos, los baños, y el carrusel que estaba cerca del escenario Comuna.

Por parte del acceso preferencial, no se notó mucho la rapidez porque todos los accesos estaban fluyendo a la perfección.

El Comfort Pass sí no tenía mucha diferencia, su fila de acceso al igual que las demás tuvo buena fluidez, únicamente los baños hacían la comparación con haber comprado el boleto general.

¿Qué mejoró en comparación de sus otros años?

El acceso. Si bien en otros años la entrada al festival no tenía obstáculos, este año las personas pudieron entrar sin dificultades. La logística en general de la entrada y salida, y al interior en relación con las puertas, funcionó de manera adecuada.

Los horarios. Sólo el escenario Mágico tenía un desfase de unos 10 minutos, los demás actos en los otros dos escenarios estaban muy puntuales.

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